Quienes me sigan en redes sociales, sobre todo en Twitter me habrán oído quejar alguna que otra vez (ejem!) del ancho de mi banda, no tan ancho como a mí me gustaría.
Anteayer fui a casa de mi madre y fruto de una iluminación divina, me dio por llevar el Mac conmigo y aprovechar su ADSL. Ella tampoco tiene una tarifa especialmente rápida (3-6 Mg, creo) pero yo me sentí en el paraíso. Aproveché para descargarme cosillas, actualizar algunas apps y el sistema operativo y publicar entradas en mis dos blogs, este y el de cocina vegetariana, ambos cada vez más abandonados. Fue entonces cuando tuve una revelación: me di cuenta de que lo que me ha alejado de mis blogs, y de toda actividad internaútica que no pueda hacer cómodamente desde mi smartphone es sencilla y llanamente, el poco ancho de mi banda ancha. Juzgad por ustedes mismos.
Tengo contratado hasta 1Mb de internet, pero ni siquiera me he acercado a esa cifra desde que vivo aquí. Da igual con qué compañía contrate el ADSL (he estado con Movistar, Orange, Vodafone, Jazztel, y Orange otra vez) mi situación es la misma. Por lo que me han explicado extraoficialmente, los vecinos de mi zona, una urbanización construida hace ya 7 años, dependemos de un mismo «cable» (si se lo puede llamar así) que usan todas las compañías que dan sus servicios aquí, que es muy viejo y poco potente como para abastecernos de banda ancha. Así que en vez de darle 20 Mg a un solo vecino, nos dan 1 Mg a cada uno, y sanseacabó.
Al principio, tendía a pensar que pasado el tiempo, alguna compañía tendría la decencia de mejorar las instalaciones, pero con el paso de los años esa esperanza se ha desvanecido. De la fibra óptica, ya ni hablar. Es cierto que vivo en una zona rural, y que las conexiones fuera de las grandes ciudades tienden a ser peor por razones bastante lógicas, pero para mí no es lo mismo vivir en un pueblo de 1000 habitantes a 4 horas de Teruel, que en uno de 8000 a apenas 20 Km de una capital de provincia de más de 400.000 habitantes. Que esto es Canarias por favor, con lo pequeños que somos con un cable largo nos da para toda la isla (dejad que me lo tome un poco a guasa, por favor).
Por eso, emulando al ya desaparecido programa de radio Ser Digital, haré un repaso por la velocidad de internet en mi entorno: El «Ciberdespacio».
Vamos a analizar mi velocidad. Mi velocidad de bajada es de 769 kbps (Kb/segundo). Teniendo en cuenta que tengo contratado hasta 1 Mb, no puedo decir que la compañía incumpla el contrato, pero la verdad es que aunque quiera, no puedo acceder a tarifas más pesadas, ni siquiera aunque quiera pagar por ellas.
La cruda realidad es que no hay infraestructuras.
Según los datos, España tuvo en 2013 entre 5,2 mbps 15 mbps, ocupando uno de los últimos puestos de la Unión Europea, teniendo también una de las mayores relaciones velocidad/precio de nuestro entorno.
Sin embargo, no todos son malas noticias. En el último año, el porcentaje de usuarios que navegan por encima de los 10 Mbps ha pasado del 5,09% al 13,79%. Sin embargo, estos datos de aumento de velocidad se limitan a las zonas urbanas, dejando de nuevo a las rurales al margen del desarrollo tecnológico.
Así que ya lo sabéis, si me veis poco por el blog es por culpa del… «Ciberdespacio».
Fuentes:
WebRep
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